¿Estás pensando en volver al gimnasio y dejar atrás los helados? ¡Horror! O quizás estés planeando tu próxima escapada a la hora del café (toca dejarse mimar). No puedes evitarlo: la felicidad corrige las lindes de tus venas cada vez que pisas un bosque, dejas atrás la rutina o cruzas una frontera. La aventura te llama pero, además, tenlo claro: viajar y abrazar lo desconocido activa tu cerebro y mejora tu salud. “¿Cuándo has aprendido a volar? ¡Ayer!”, le preguntaba Meryl Streep a Robert Redford en ‘Memorias de África’. Descubrimos por qué viajar te sienta muy, muy bien.